Sunday, October 26, 2014

Revista Rigoleto - nº2 - 2007





Junto a un grupo de gente hicimos la revista objeto Rigoleto. Fueron 3 números, ( 2 grandes y un fanzine, rigoleteen).

También tuvimos un fotolog http://fotolog.com/rigoleto/.

Participamos de Rigoleto:

Agustìn Rodriguez /Alfonsina Brión / Christian Delhey / Gabriel Anderete
/ Jimena Travaglio / Juan Murray / juan pedro Radivoy /Alfonsina Brión y Juieta Gomez /
Mariela Gouric / Milton Lòpez / Jose Rausch

/ Ailín Anderete
y también invitamos a : Lucía Bianco, Andrés Alberto, Marcelo Díaz, Horacio Culaciatti, entre otros!

Tuesday, October 14, 2014

Sobre el espacio y sus continuidades. Buenos Aires

Muestra colectiva del Fondo Nacional de las Artes donde participaré contra un montón de gente!










Amateur, en Perfecta Galería

Otra muestra curada en Perfecta

AMATEUR

Muestra de dibujos y pinturas de artistas de formación no institucionalizada. Andrés Farías, Fernanda Pasciaroni, Jorge Moyano Y Milton Lopez. Torneo de dance revolution y de piedra, papel o tijera.




AMATEUR


La palabra Amateur se utiliza para referirse a aquel que realiza una actividad de manera aficionada, es decir, no profesional. Sin embargo, esta palabra viene del francés y significa amador, amante; es decir, quien ama lo que hace

. No sé si este es el nombre más acertado para la muestra pero se acerca un poco al concepto que se quiso trabajar con la selección de los artistas que exponen. Andrés, Milton, Fernanda y Jorge son amateurs, en tanto se relacionan con el dibujo y la pintura desde un aspecto vital, no institucionalizado.
Muchas veces suele decirse que un artista para profesionalizarse y profundizar su práctica debe ganar experiencias en cursos, concursos, residencias, muestras, ferias y clínicas; de manera de engrosar un CV realizando aquellas prácticas que sostienen a la institución Arte. Sin embargo este pensamiento puede caer en un reduccionismo de lo que es el arte en sí. Pensar que para hacer un artista hay que necesariamente transitar ese camino sería de alguna manera equivalente a pensar que si uno está enamorado tiene que casarse; o si te gusta el jugar al fútbol tenés que ir a entrenar todos los días. Pero, más allá de las instituciones existen los besos y los goles. Y los dibujos y las pinturas.
Estos artistas se relacionan desde el amor. Más allá del momento en que se encuentren en su producción, hay en ellos y sus trabajos frescura. Hay dedicación, descubrimiento y sorpresa. Fernanda trabaja desde la organicidad. En su trazo puede verse un fluir de energías que se conecta con otros tejiendo formas, generando tensiones y calmas, espacios vacíos importantísimos.
Jorge genera choques entre la pintura, los íconos religiosos y la chatarra. El oro y el barro. Trabaja desde el contraste intentando tender puentes entre sus vivencias cotidianas.
Mediante un trazo simple y juegos con el lenguaje, Andrés genera con pequeños gestos corrimientos de sentido, chistes breves, a los que intercala con personajes , situaciones y objetos dando la sensación de que hay algo que se nos escapa, al menos por un momento, un breve y valioso silencio.
Milton dibuja como juega al fútbol. Enérgico y espontáneo. Sobre distintos soportes construye situaciones que se mueven entre lo bizarro, lo poético y lo fantástico con unos personajes que transmiten una sensación ambigua entre el miedo y la ternura.
Despliegan distintos universos que merecen ser compartidos de manera que puedan seguir expandiéndose. Y para eso armamos esta muestra, para compartir.

Agustín Eduardo Rodríguez






Torneo de dance revolution

Torneo de dance revolution

Torneo de dance revolution

Torneo de piedra, papel o tijera

Torneo de piedra, papel o tijera

Feliz ganador de los Torneos de piedra, papel o tijera y Dance Revolution

El Kitsch en Nuestros Días, En Nuestros Días

  Algunas cositas hechas en curaduría, junto a Ana Vidal, un Remake de muestra

"EL KITSCH EN NUESTROS DIAS, EN NUESTROS DIAS."


En nuestros días:
El kitsch en nuestros días
Una se encuentra en primera instancia con un repertorio de adornos, utensilios, muebles y otras cosas curiosas y al mismo tiempo familiares. Cosas que tal vez no estén ya tan presentes en nuestras casas, pero sí en las de nuestros padres o abuelos.
Acá, se ve drástico cambio material entre la época de los jarrones en forma de pingüino, el hule, las máscaras de madera con motivos norteños, o los pisapapeles de bronce; y un presente que está más bien lleno de que porta-sahumerios imitación ébano, o gatitos de madera para poner los anillos. Mucho plástico, y mucha China en objetos igualmente cotidianos, industriales, estéticos, con los que mantenemos hoy una relación intensa, pero más efímera o descartable.
Pero además, en la muestra de Perfecta, hoy, podemos mirar la réplica de otra que se hizo hace mucho tiempo, en el Museo Municipal de Bellas Artes, antes de que existieran el MAC, la apertura a las importaciones, las becas de Antorchas, el uno-a-uno, la revista Vox, del inicio de la masiva instalación de nuevas empresas en el polo y (para terminar) los escapes de cloro.
El kitsch en nuestros días se hizo en ese museo que todavía funcionaba abajo del palacio municipal, entre mayo y junio de 1991. Eran los últimos meses de la gestión del arquitecto Ares, primer director de la institución oficial en democracia: años en los que el museo recorrió, entre otros caminos, una apertura hacia la renovación formal que proponía el Grupo 20, ligado al pintor Oscar Mara y su trabajo desde una estética neoexpresionista dedicada a la exploración del lenguaje pictórico. Fueron años, además, en los que el Bellas Artes fue espacio para la presentación de los trabajos surgidos en los talleres barriales (dictados en los CECUM) que se impulsaron desde la Subsecretaría de Cultura que dirigía Isabel Taramasco. En ese museo, también, el grupo Senda –que venía trabajando desde la dictadura en un proyecto editorial que incluía una revista de cultura y la publicación de libros de autores locales, impulsó una política en el campo de la plástica de la que resultó una serie de muestras de artistas jóvenes y la creación del premio Fundación Senda en el Salón Regional.
En la génesis de El kitsch en nuestros días intervinieron algunos integrantes del núcleo de Senda, pero la apuesta se abrió también a otras personas que circulaban por espacios de los ochenta y primeros noventa como la Casa del Sol Albañil, las Ferias de la Cultura, la FM de la Calle, el Museo del Puerto. Hubieron varias reuniones y el grupo se fue achicando, a medida que se iba definiendo lo que sería la idea central de la exposición: incluir en el museo toda esa serie de objetos cotidianos y a simple vista banales, nacidos de la producción industrializada y con una deliberada vocación de lograr belleza. Ahí, se venía a señalar que en el museo entraba algo más que la obra del artista como creador único.
Había en ese señalar, además, algo de obstinación: la muestra, que incluyó una enorme cantidad de objetos, estuvo acompañada por una serie textual, didáctica: fotocopias de trabajos de Clement Greenberg y otros autores que pensaban lo kitsch en contraposición al arte moderno, advertencias que pedían a los espectadores que no se llevaran los objetos de la muestra, charlas o mesa-debate. De esta forma, y en un trabajo que recopilaba objetos de uso común, se ponía en primer plano la operación curatorial en tanto acción conceptual.
Con estos gestos se construyó una acción que buscaba ante todo, producir una tensión, correr el límite en el seno de una institución central, del circuito oficial y de alta visibilidad –aunque fuera sólo local y zonal. Éste, fue uno más de los signos de la apertura que a fines de los ochenta y principios de los noventa gestó el desarrollo de nuevos posicionamientos estéticos y políticos en la ciudad. Una más de las acciones colectivas que propusieron una serie de tránsitos que intentaron pensar de modo diferente las fronteras de disciplinares, la categoría de artista, la relación entre arte, sociedad, economía y cultura. Un arco que se extendió luego de múltiples maneras, que buscó muchos cauces dando pie a otras formas de entender las artes visuales pero también la escritura, la historia, la literatura, el teatro, las prácticas museográficas. El signo de esa fractura en el espacio se encuentra hasta hoy –de hecho, ahí dentro se formó la generación de Perfecta – y ocupa –no sin disputas - esos mismos espacios centrales que una vez se intentó desafiar.
En este contexto, para el heterogéneo colectivo formador de Perfecta, El kitsch en nuestros días, en nuestros días implica, en lugar de una acción de disputa, un intento por ubicarse en un instante germinal, la construcción de una genealogía para situar (se), enmarcando una práctica contemporánea en una historia que no está escrita. Es claro que en una acción de este tipo ya no hay que explicar nada. Ni textos teóricos ni mesas debate.
Pero, más allá de proponer una lectura que interpreta los gestos de 1991 y 2012 como tomas de posición en un campo institucional, me gustaría sostener la pregunta acerca de qué maneras se ejerce –en esta muestra, y en otras prácticas de Bahía, hoy- la acción de abrir hacia lo popular, hacia la vida cotidiana, hacia el afuera de las instituciones, para alcanzar situaciones de empoderamiento colectivo, que vayan más allá del acto de señalamiento o designación – encorsetamiento - que estuvo en la acción primigenia de llamar “kitsch” a todo lo que no fuera modernidad, pureza, (esto es: superioridad, dominación). Después de todo, también quienes hoy pueblan la Perfecta pasaron por el Cala – Gogó.
Ana Vidal
para Perfecta Galería
Octubre / Noviembre 2012





Ya lo dijo el Barba, la historia siempre se repite… Voy ahora como hace mas de veinte años a la casa de mis padres a buscar los animales embalsamados, el centro de mesa rococó de vidrio verde y mi retrato de la primera comunión. Me lo han pedido los chicos de la Galería Perfecta por que se repite o rememora, o no se que, la muestra el Kitsch en nuestros días, que armamos a comienzo de los noventa con un grupo de amigos queridos, entusiastas al comienzo ,olvidadizos al final, pero siempre felices y que terminamos de empujar con el periodista Mauro Fernández.
Caballos , pumas , pingüinos y otros bichos endurecidos por el formol, muertos para siempre, enanos de cemento, cientos de objetos de la vida cotidiana que hacían fruncir un poco el seño del Arquitecto Manuel Arens, director por entonces del Museo de Bellas Artes y que tratábamos de meter como podíamos a las salas de la institución que cortaba el bacalao y ponía los puntos entre el arte y lo demás. Nos inquietaba saber si esos objetos, con que nos rodeamos y crecimos tenían algún valor en su representación material, simbólica o afectiva y si esa cualidad podría construir algún sentido para el arte. O sí los materiales , técnicas, formas, objetos, e imágenes podían incorporarse al repertorio de saberes y materiales con que podía contar un artista de la ciudad , sumándolos al pincel oleoso y al cincel esforzado. Después de estos años vamos de vuelta con ellos camino a una galería que va para adelante a lo loco, preguntándonos más cosas y esperando el reflujo.
Gustavo López
Bahía Blanca, noviembre 2012






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Con este remake, replay, reboot, representación, bis, rememoración o como quiera llamarse, de El Kitsch en
nuestros días, no sólo queremos hacer un homenaje o señalamiento a un evento pasado, sino que también lo
pensamos como un ejercicio de construcción de una historia del arte local reciente. Preguntarnos sobre acciones
anteriores pero cercanas no sólo buscamos divertirnos desde lo anecdótico. También queremos poner en valor
hechos que a veces de manera tangencial y otras de manera más directa, nos influyen, nos construyen.
Poniendo en valor el pasado podemos actuar más a conciencia en el presente.
Para esta oportunidad se eligió a El Kitsch por una afinidad estética con otras propuestas de la gale, pero
esperamos que esta sea la primera de una serie de muestras que revisen y nos ayuden a reflexionar.
Por otro lado, queremos agradecer a Ana Vidal por el texto que sigue a continuación como resumen de varias
investigaciones y charlas que hemos ido teniendo y ella ha encarado con mucha seriedad y compromiso, y a
Gustavo López por el texto, los testimonios y los objetos prestados.

Agustín Rodríguez
por Perfecta Galería

La Mala Suerte de Violeta Jessop - Muestra Junto a Massi Diaz

 Violeta Jessop fue una mujer nacida en Bahía Blanca en el 1887. Hija de Inmigrantes irlandeses, es famosa por haber sobrevivido al hundimiento de tres transatlánticos a lo largo de su vida.
Desarrollada en el Hall de entrada y pasillo principal de la Biblioteca Rivadavia, esta exposición se desarrolla alrededor de distintos eventos ocurridos durante la vida de Violeta, mediante distintos objetos y dibujos vinculados con su biografía.
La muestra permanecerá abierta del 4/8 al 30/8, y puede visitarse de Lunes a Viernes de 10 a 19 y Sábados de 9 a 12 hs.

Auspicia
A.A.T.A.A
Asociación de Amigos de Transatlánticos Antiguos de Argenina

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 Violeta Jessop fue una mujer nacida en Bahía Blanca en el 1887. Hija de Inmigrantes irlandeses, es famosa por haber sobrevivido al hundimiento de tres transatlánticos a lo largo de su vida.

A través de distintos medios suelen plasmarse ideas, algunas asentadas en la realidad y otras que intentan proponer un discurso ligado a lo simbólico. Pero, así como lo real puede volverse símbólico y lo simbólico encuentra reflejos en lo real, una propuesta que esté en la frontera genera una duda. Una duda que radica en si estamos frente algo que aconteció o no, y más allá de todo, si la historia nos termina sorprendiendo o maravillando, si realmente importa que haya sido real.

Desde las neurociencias se ha llegado a la conclusión de que las mismas zonas que se activan en el cerebro para recordar, se activan para imaginar.

De alguna manera, el pasado en nuestro cerebro no existe del todo, sino que siempre se completa con nuestra imaginación. A su vez, esta capacidad de generar imágenes que tiene nuestra mente depende exclusivamente de experiencias pasadas, ya que son estas la materia prima con la cual se construye el presente. Es entonces el recurso del falso documental, la ficcionalización de recuerdos, un mecanismo válido para poder trabajar a la historia de Violeta Jessop..

Agradecemos  por la ayuda en el montaje a Aldana Telechea, Eloisa Ordoñez y Fermín Ramírez; y  por la ayuda en la realización de algunas piezas a Guido Poloni, Juliana Ramadori y Albana Alvarez,